Mi mamá peleo conmigo hasta que tenía como 7 años por que no
me gustaba comer, de hecho hasta esa edad quise ser veterinario, entonces ella
me amenazaba con pegarme con un zapato o algo para hacerme comer, me decía ¿NO
VAS A COMER? Y levantaba la chola.
Un día ella tenía mucha hambre y le pidió a mi padre que preparara algo de comida, mi papá saco una lata pequña de maíz, tocineta y cebolla, las pico y las coloco a sofreír, ese olor me atrapo, luego colocó crema de leche y un poco de sal, me dio a probar y simplemente me enamoré. A un lado estaba una olla hirviendo con agua que esperaba para cocinar tres porciones de pasta.
Un día ella tenía mucha hambre y le pidió a mi padre que preparara algo de comida, mi papá saco una lata pequña de maíz, tocineta y cebolla, las pico y las coloco a sofreír, ese olor me atrapo, luego colocó crema de leche y un poco de sal, me dio a probar y simplemente me enamoré. A un lado estaba una olla hirviendo con agua que esperaba para cocinar tres porciones de pasta.
Al estar lista la coló, la mezcló con la salsa y añadió queso
parmesano, desde ese día que probé esa salsa tan simple en ingredientes y
preparación pero tan rica en sabor, prácticamente nadie me ha podido sacar de
una cocina, bueno hasta ahora no ha pasado.
He vivido desde entonces de cocinar y para cocinar.