He hecho todo tipo de trabajos dentro de una cocina y he
trabajado en muchos tipos de restaurantes en los que se preparan diversidad de comidas,
todos los establecimientos me han dado experiencia y por supuesto algunos han
sido mucho más relevantes he importantes que otros en la evolución de toda mi
carrera.



Me mude a Mérida con 19 años y comencé a trabajar casi de inmediato, Constantinos café me dio la oportunidad de desempeñarme como pizzero y pantrista, encargado de sacar los pastichos, las pizzas, las ensaladas, papas fritas y cafés, perdí el puesto por irme a pasar navidad con mi familia en los Teques y dejar en mi lugar a un amigo que tenía muy poca experiencia, al llegar en enero me despidieron a pesar de que a la jefa le gustaba mi trabajo.
Conseguí un día un restaurante en donde el cocinero era
amigo del dueño de la truchicultura Valle Rey, a pesar de mi edad y por la
necesidad del dueño de tener a un cocinero, me otorgaron el puesto de encargado
de la cocina, con dos ayudantes de la zona y un señor encargado de filetear las
truchas, del cual aprendí muy bien la técnica, aunque el limpiaba 150 en una hora.
En semana santa hacíamos en una plancha a leña de siete metros de largo
aproximadamente por uno de ancho, 400 truchas diarias, 100 porciones de pollo y
80 de solomo, con arroz, yuca, plátano sancochado, ensalada rallada y fresca,
sopas, cremas y granos. Renuncie por que debía presentar el propedéutico en el
hotel escuela y me quitaba mucho tiempo.
Truchicultura valle rey
Al ingresar por fin al CUHELAV, ya que en el primer intento había fracasado, debía pagar alquiler y demás, así que, a pesar de estar estudiando desde las 8am hasta las 5pm todos los días, tenía que trabajar, la ventaja es que en primer semestre de la carrera te enseñan a ser mesonero, ayudante de cocina, mucama y algo de informática, entonces trabaje de mesonero en eventos, bodas, quince años, ayudante de cocina en varios restaurantes y eventos, y así hacia algo de dinero para vivir aparte de lo que mi familia me mandaba para ayudarme.
Un día abren un curso de japonés en el hotel escuela con un
profesor de Japón y me interesó, me inscribí y como a la semana el profesor debía
hacer una cena japonesa para un matrimonio en la llamada casa blanca de Mérida,
y nos pidió nuestra colaboración, la cuestión es que la cultura japonesa,
sobretodo su comida y sus comiquitas siempre han llamado mucho mi atención,
entonces el Sensei Akio me enseño a hacer sushi, gyosas, ensalada y sopa
japonesa, esto le dio una transformación a mi carrera.
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